RITMOS








ROMA

"Te daré, no amor eterno,
sino amor a cada instante"

"¿Y cuál es la diferencia?"

"La que aparta al horizonte
del pulso de nuestra sangre"


***


LA SED DEL FÉNIX

Un lento cáliz denso, colmado,
resguarda la mujer con su sexo,
el único en el que nos es dado
beber agua y fuego al mismo tiempo.


***


LA HEREDAD

"Yo no hablo de venganzas ni perdones,
el olvido es la única venganza
y el único perdón".

Jorge Luis Borges



Enseñó el abuelo al padre:

Olvida lo que no olvido,
perdona lo que no puedo.
Procura heredar justicia,
no alardes de justiciero.

El padre aconsejó al hijo:

Perdona pero no olvides.
Sé tolerante, no tierno,
que a menudo el corazón
finge un rostro verdadero.

Y ahora el hijo, febril, canta:

Nunca perdones ni olvides
a quien te falta al respeto,
cosecharás libertad
sólo en la espalda del miedo.


***


DESESPERANZA

Con la noria lenta de tus presagios
clavaste, defraudado,
la espina de tu pena en mi futuro.

Y me siento sangrar hoy la memoria.

Y te doy la razón,
padre,
0000000y no te olvido.


***


Sobre cada pétalo de la rosa
escribió una palabra del poema
de forma que solamente pudiera
leerse deshojándola,
y en la última
el título:

E
S
P
I
N
A
S



***


UNA TIERRA FELIZ

Toca la primera nota
y suplican los cristales,
incluso el asfalto implora
que los durmientes se alcen.

Su segunda nota vibra
y se estremece la piedra,
brama el acero su ira;
¿y los ciudadanos?, sueñan.

Toca la nota postrera
-es arduo, mas la sostiene-
y el silencio se enajena,
herido ya para siempre;

es alta y tan deletérea,
tan mortífera e hiriente
que el aire que la trasiega
se condensa en hielo y muere;

aúlla en todas las puertas,
no hay tímpano que no tiemble
ni conciencia en que no prenda,
pero los hombres aún duermen.

Los niños, en barahúnda,
desde los puentes acuden,
venidos de la basura.

Nidos míseros, que pudren
en tinieblas, los expulsan.

Hambrientos, solos y escuálidos;
son harapienta manada
que avanza a rabiosos saltos;
miles de niños que se alzan,
brincan y acogen bailando
la mentira que los llama.

"Está allí, bajo las aguas
que parecían tan turbias
-les viene a decir la flauta-;
un mundo sin más locuras,
una tierra feliz, que habla
de un paisaje sin torturas
ni miserias, que regala
mansedumbres bien profundas
de alegría siempre alada".

La risa que tanto buscan,
sus ágiles bufonadas;
tantas, tan altas dulzuras
como merecen y ansiaban
están en el fondo ocultas,
en el fondo de sus aguas.

No lo dudan, se lanzan,
y todos ellos se ahogan.

Sin faltar uno
se ahogan,

¡se ahogan!

El río
los borra del mundo
devolviendo
en la ondulación de sus márgenes
sólo un pardo y
denso légamo
que malhuele a pegamento,
plástico,
gasolina

y sangre.


***


Vanidad,
eres ama
de la altura
de mí mismo.

Tú, lujuria,
eres dueña
y señora
de mi sexo.

Mas del ansia
verdadera,

la que brota
de mis manos
si las tengo
con las suyas,

de ésa no,
no eres dueña
tú, lujuria,
ni ama tú,
vanidad,

de ésa sólo
ella es ama,
dueña,
000000y única
prisionera.


***


Al arroyo le mueve
la secreta esperanza
de volar adelante
al hacerse cascada
y no caer jamás.


***


El orfebre loco
se creyó agraviado
por la humanidad
y para vengarse,
con tiempo y rencor,
forjó su instrumento.

Emuló con él
esa comunión
de belleza y muerte
del cazador contra
su presa.
000000000Añadió
colmillos y garras
al silbido que es
herida en el viento,
tajo deletéreo,

y creó la espada.

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